El
que pierde paga.
Dicen
que hay que saber de geometría, los ángulos, segmentos, rectas, triángulos
equiláteros e isósceles y cuanta cuestión más asociada a esta rectangular rama de
las matemáticas. De que desarrolla la motricidad fina tampoco hay duda alguna.
Se han escrito cosas tales como que permitió el
descubrimiento de “las trayectorias parabólicas por ataque no horizontal”, por
ejemplo, una cosa de locos… Pero este deporte de precisión no está bien
evaluado por la población en general, por lo menos en estas latitudes de la
vida, por el contrario, está asociado a personalidades desocupadas, carentes de
responsabilidades y con mucho tiempo libre. Bueno, podría ser, ahora, ¿ hay
algo de malo en tener tiempo “libre”?
! Envidiosos y esclavos moralistas: vamos a jugar
pool ¡
A mí me enseñó a jugar un tío, un profesional
bien evaluado, y nada que él tiene tanto tiempo libre ni ocho y cuartos, como
para que se le tilde de algo…El tiempo libre, el ocio, esos momentos
que permiten salir a matar moscas o comerse los mocos, por ejemplo, son
una necesidad de primer orden, de lo contrario no estarías leyendo esto….
imagínate lo que diría un filosofo al respecto, aunque fuese el menor de todos.
Villa
Alemana, que es el lugar donde he existido siempre, es una ciudad dormitorio de
gente que trabaja principalmente en lugares aledaños, menos en la misma ciudad,
bueno por algo se le denomina ciudad dormitorio. Territorio situado en el valle
del Aconcagua, donde las planicies están rodeadas de no tan altos cerros que
nos observan a diario y dan cuenta de un paisaje familiar y sereno. La cuidad
nunca presentó panoramas atractivos donde ocupar los tiempos libres, había una
pista de patinaje que desapareció gracias al desarrollo, las canchas de futbol
también sufrieron, gracias a los créditos hipotecarios, el teatro estuvo
cerrado por años y los pubs brillaban por su decadencia. Así que había que
buscárselas… el pool entraba como mierda en el wáter tras este acotado coctel de
posibilidades. Así que nos hicimos asiduos al pool, digo nos hicimos porque
fuimos varios, conocí a bastante gente ahí.
Había varios modalidades de jugarlo que dependían
de la experticia de los duelistas, la
que practicábamos los más atrevidos y
aventajados, era la Porteña, modalidad
proveniente naturalmente de donde usted imagina, en donde la capacidad de dirigir la
bola blanca era determinante a la hora
de sacar ventajas en el juego ,y por otro lado, contrarrestaba a lo que por ejemplo sucede en
la variante Color, donde el azar o suerte (raja en muchos casos) puede ser
determinante hacia el triunfo o la
derrota . La derrota implicaba pagar la mesa, el famoso Pierde Paga, claro,
como en la vida, el que pierde….paga.
Así que continuaremos jugando a este atractivo y
mal visto deporte, pero ahora sin mesa, sin bolas, menos tacos ni tiza… Jugaremos a la compleja
Porteña, en el trabajo, en la familia, en las plazas y las avenidas. A mover la
blanca señores a dirigir su trayectoria, a dejar el azar de lado… Vivan las
matemáticas y la geometría, que se muera el lenguaje y la poesía.
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